miércoles, 13 de octubre de 2010

Sailor Moon y Los Star Warriors; Capítulo 1.02



Sailor Moon
y
Los Star Warriors
Los Star Warriors Evolution, Episodio Especial.
Capítulo 1.- Nuevos amigos y una nueva amenaza.
SC-02: Luis y Adrián
Una llama se encendió en el centro de uno de los altares en el Templo Hikawa. Dos cuervos empezaron a graznar y los ojos de Rei brillaron llenos de temor. El Mal estaba cerca, pero esta vez era diferente. Esta vez los poderes de la Luna no estaban en juego. En esta ocasión el poder que amenazaba era mucho mayor. Ella dudó… no estaba segura de que las Sailor Scouts pudieran hacer frente a lo que les acontecía.

Hubo una pequeña explosión, y Sailor V cayó derrotada. Seguido de eso, Serena gritó desesperadamente. “Game Over” era lo que se podía leer en la pantalla donde se encontraba jugando Serena con sus amigas
— ¡Vamos Mina! Es tu turno —llamó Serena entre lágrimas.
—No lo creo Serena —la rechazó Mina —. Ya estoy aburrida de ese juego. Además, ¿Cuál es el chiste? Después de todo hemos jugado y ganado mejores batallas en la vida real…
—Je jeje. Lo que pasa es que a Serena le ha gustado ese juego desde que llegó a este local —Se rió Amy desde la barra de la fuente de sodas.
— ¿En serio? ¡Pues no lo parece! —se burlaron unos chicos que estaban en un videojuego continuo al de Serena. —El Videojuego de Sailor V ya tiene aquí un par de años, y si a ella le gustara tanto, ya hubiera podido pasar del primer nivel.
— ¡Oye! ¡Déjala tranquila! —Saltó Lita parándose entre Serena y aquellos chicos.
—Si —continuó el segundo chico — No sé por qué dejan entrar a niñas chillonas a lugares como éste. Debería ser de acceso exclusivo para Profesionales. —Y ambos chicos rieron a carcajadas, que eran por demás ofensivas.
Las cuatro amigas sintieron la agresión y se disponían a encarar a los chicos. Pero una voz detrás de ellos capturó la atención de todos por un momento.
—Tu actitud no nada cortés, ¿Lo sabías? — dijo un Joven Alto, de tez ligeramente morena, cabello obscuro, ojos castaños, y una pose demasiado confiada y segura, que observaba desde tres máquinas más lejos por detrás de las chicas. Se encontraba junto a otro joven, poco menos alto y algo más fornido, de una mirada más fría. —Debes estar muy seguro para poder hacer una declaración así, y deberías poder asegurar, que tú jamás sufrirás una derrota.
Los chicos que se burlaban de Serena y sus amigas titubearon y retrocedieron un paso, mientras los dos jóvenes amigos se adelantaban, abriéndose paso delicadamente entre las chicas. Serena quiso detenerlos, pero Ambos le guiñaron un ojo, y se enfrentaron a los otros dos más imprudentes. Se hicieron un poco de palabras, ¡Claro!, los dos defensores de las chicas siempre procuraron mantener el “tacto”. Al final, desafiaron a los chicos groseros a competir en un videojuego de peleas. Fueron solo 15 minutos, pero parecieron horas. Los golpes, la música y la acción del videojuego capturaron la atención de todos los presentes en aquel local. Los chicos groseros tenían dificultades para seguirles el paso a los jóvenes que defendieron a las chicas. Al terminar, los jóvenes derrotaron humillantemente a los chicos, quienes se pusieron a chillar.
— ¡Un momento! —gritó uno de los dos chicos, tratando de reponerse —. Tú nos derrotaste, pero el problema no era contigo, era con esa niña. —Y señaló a Serena —. Así que no nos iremos de aquí hasta demostrar que las niñas no deberían jugar. Y quiero pelear contra ella para derrotarla.
Al principio todos parecían incómodos y molestos, pero el Joven más alto pareció tomárselo con calma. Con mucha tranquilidad giró su cabeza para voltear a ver a Serena, y guiñándole nuevamente el ojo le extendió un brazo llamándola para que se acercara. Serena dudó, tenía mucho miedo, pero había algo en aquel joven que le daba mucha confianza, así que se acercó.
—Te llamas Serena, ¿no es así? —Le dijo suavemente, y mientras ella asentía él la acercó a la máquina de video para explicarle los controles, presionando los botones a la vez que le iba explicando para qué servía cada uno y demostrando cómo hacer combos. —Confía en mí… lo vas a derrotar.
Serena tragó saliva, sus amigas estaban muy nerviosas y no ayudaban en mucho los gritos y retos que lanzaban aquellos dos chicos. Hecha un manojo de nervios tomó los controles del juego y empezó la partida. No había transcurrido ni un minuto, cuando todos, en especial los que conocían a Serena, quedaron totalmente sorprendidos. No era posible explicar de dónde había sacado esa habilidad con los juegos, pero Serena le estaba dando una paliza a aquél chico. Esta vez fueron menos de 5 minutos para que Serena saliera triunfante de aquel desafío.
Los dos chicos se abrazaron llorando, hasta que se dieron cuenta que los dos Jóvenes se acercaban a ellos. Entonces tuvieron la intensión de salir corriendo, pero el joven fornido los llamó para que se detuvieran.
—Lo único que ustedes necesitan es un poco más de humildad. —Señaló el joven más alto. —Y reconocer que no son los mejores en todo, y aunque así lo fueran, eso no les da ningún derecho para hacer menos a nadie.
—Este es un local abierto, hasta que el dueño decida lo contrario —dijo el más fornido. —Ustedes no se metan con nadie, y nosotros no nos meteremos con ustedes. Mientras tanto, Adelante, Pueden seguir jugando.
Los dos chicos se pusieron a llorar, y corrieron a abrazarle y besarles los pies a los jóvenes, para luego perderse entre los Video Juegos.
Serena, Lita, Mina y Amy se acercaron a sus dos apuestos defensores. Cuando ellos se percataron, solamente sonrieron, y tras las debidas presentaciones invitaron a las chicas a comer un helado. El joven más alto se llamaba Luis y el más fornido, Adrián. Ambos eran parte de un programa de intercambio de la escuela a la que asistían las chicas. Entonces ellas recordaron que se habían apuntado en el programa como anfitrionas para los estudiantes extranjeros. Pero ellas no esperaban que nadie llegara hasta pasadas dos semanas; desde luego, la presencia de Luis y Adrián las sorprendió mucho. A pesar de los múltiples esfuerzos de las chicas, no tuvieron oportunidad para preguntarle directamente a Luis lo que había hecho para hacer que Serena ganara con el videojuego. Era evidente que los chicos evitarían el tema cuanto fuera posible, así que ellas desistieron en su intento… ya tendrían oportunidad si alguna de ellas tenía la suerte de ser anfitriona de alguno de ellos dos.
El programa de intercambio cultural que había abierto la escuela, esperaba recibir alrededor de 40 jóvenes americanos y una cierta cantidad de jóvenes del mismo Japón. Incluso había una gran posibilidad de que Rei pudiera participar en el intercambio y asistir junto a sus amigas a la misma escuela. Luis y Adrián les explicaron a las chicas que ellos dos formaban parte de un grupo de 16 personas habían conseguido adelantar su viaje, aunque se integrarían al programa en el tiempo reglamentario, aprovecharían para conocer la ciudad y vacacionar un rato.
Los 6 caminaron charlando hasta que llegaron a la entrada del templo Hikawa, donde Rei esperaba a sus amigas con el rostro lleno de preocupación. Las cuatro chicas se percataron del mensaje que les enviaba en silencio su compañera desde lo alto de las escaleras. Rápidamente se despidieron de sus dos nuevos amigos, y quedaron de verse con ellos al día siguiente. Enseguida, subieron por las escaleras de piedra y siguieron a su compañera hasta el interior de su casa.


Continuará…

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En el Siguiente sub-capítulo:
Tras un pequeño trago amargo con las noticias que Rei les tiene que dar, Serena se despide, pues tiene que ir a una cita con Darien. Aunque inevitablemente se ve obligada a que la acompañen sus amigas como chaperonas. Al final, es una noche agradable, digna de disfrutar y de compartir

SM&SW-1.03: Velada romántica

Ah, el amor, el amor… ¡Que envidia! Ojalá que todos tuviéramos una pareja y amigos como esos para poder pasar una noche así.

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