domingo, 17 de octubre de 2010

Sailor Moon y los Star Warriors; Capítulo 1.06



Sailor Moon
y
Los Star Warriors
Los Star Warriors Evolution, Episodio Especial.
Capítulo 1.- Nuevos amigos y una nueva amenaza.
SC-06: Los Amigos de Luis
Pronto, el camino del desconocido lo condujo hasta quedar expuesto a la luz. Era tal el pánico que sentían, que cuando lo pudieron ver bien dieron un grito terrible, al punto que casi le revientan los oídos a Darien, e hicieron que el desconocido tropezara hacia atrás cayendo sentado contra un árbol.
—Chicas, —las llamó Darien, —no creo que tengamos por qué temer. ¡Es solo un chico!
Las chicas se tranquilizaron, y entonces Rei reconoció al chico.
—Oigan, ¿Qué no es uno de los chicos que las acompañó al templo esta tarde?
Ya calmadas se fijaron bien y sí, efectivamente, se trataba de Luis, que se quejaba del golpe recibido en la cabeza. Las chicas corrieron rápidamente a auxiliarlo, mientras que le platicaban a Darien y a Rei quién era Luis. Todas se acercaron a él y lo llamaron, mientras que Serena se inclinó sobre su cabeza para tratar de verle el golpe. De repente, él levantó la vista y miró fijamente a Serena. Se limitó simplemente a sonreír, luego vio la mano extendida de Darien y él la aceptó para ponerse en pie, volteó a ver a las demás chicas y pareció alegrarse aún más.
—Pero si son ustedes de nuevo —Dijo lleno de alegría —, no pensaba verlas hasta mañana. —Hizo una pausa y luego le prestó atención a Darien y a Rei, a quienes él aún no conocía. — ¡Tú debes ser el novio de Serena! ¡Mucho gusto! —Dijo estrechándole la mano. —Y tú eres Rei, la sacerdotisa del templo Hikawa.
Para Serena y las demás resultaba un poco extraño, tanto furor y alegría. En realidad contrastaba muchísimo con la actitud tan firme y segura… hasta un poco narcisista que Luis había mostrado en la tarde. Ahora, pese a tanta alegría que mostraba, aparentaba estar muy nervioso e inseguro. Pero pareció intuir lo que pensaban, porque sin más, se volvió y miró a Serena.
— ¡Tu peinado! —Dijo aparentemente muy sorprendido. — ¡No lo había notado! ¡Parecen Orejas de Conejo!
Todos rieron juntos por un momento mientras Serena se ruborizaba. Hasta que Lita recordó hacer la pregunta importante.
— ¿Y qué estás haciendo aquí, solo y tan tarde?
—Estaba buscando al dragón. —Dio un respingo, como si hubiera dicho algo que no quisiera o no debiera, porque corrigió inmediatamente. — ¡No! Perdón… A un amigo… estaba buscando a un amigo. —Y su nerviosismo  se hacía cada vez más evidente.
— ¿Cómo? —Preguntó Mina — ¿Buscas un dragón o un amigo?
— ¿A caso estás buscando a Adrián? —Preguntó Serena
— ¿Eres amigo del Dragón? —Especuló Amy.
— ¡No! —Gritó él, y se sacudió la cabeza, como si la tuviera llena de piedras, que representasen sus ideas, y estuviera tratando de acomodarlas. — ¿Quieren decir… que ustedes vieron el Dragón?
En un segundo, todas empezaron a hablar al mismo tiempo, queriendo preguntar y responder sin ningún orden. Hasta que Darien llamó a la calma. Tranquilamente esperó a que todos se relajaran y que Luis pudiera tener un respiro. Luego le hizo una señal para que él pudiera hablar.
—Vengo a encontrarme con mis amigos —explicó Luis. — ¿Recuerdan que Adrián y yo adelantamos nuestro viaje con otras 14 personas? Pues todos nosotros nos íbamos a encontrar en este parque dentro de media hora. Pero cuando venía para acá, vi al dragón. Me hizo pensar… me acordé… —comenzaba a balbucear.
— ¿Qué pasa? —Preguntó Rei intuyendo algo.
—No sabría cómo explicárselos, pero si en realidad vi ese dragón, significa que aquí también está otro amigo mío que no debería estar. Y si de verdad está aquí, solo significa que algo muy malo está pasando
Hubo un segundo de silencio. Aparentemente, Luis no pensaba decir más, se veía muy perturbado. Pero ellas deseaban obtener información. Si Luis conocía a aquél guerrero misterioso, tenían que conseguir que él les dijera todo lo que pudiera. ¡Claro! No pensaban obligarlo. Tenían que resolver aquél dilema. Afortunadamente hubo quien llegó a salvar la seguridad emocional de Luis, cuando se oyó que alguien gritaba su nombre desde lejos.
Entonces la mirada de Luis cambió. Por un instante pareció volverse a convertir en el caballero galante que las había defendido hacía unas horas. Pero había algo diferente. Aquella dulce voz encendió en sus ojos un brillo que le daba un aire de inocencia, y cuando su mirada se cruzó con la de la chica que se encontraba parada a tres bancas de distancia de ellos, las chispas empezaron a volar por el aire.
Era una chica de una singular belleza, poco más alta que Lita y Rei, delgada, cabello ondulado y obscuro, largo hasta la mitad de la espalda, ojos negros y nariz pequeña. Parecía haber llegado tan agitada como Luis, y lo miraba con la misma chispa y luz que tenía Luis en los ojos.
— ¡Eni! —Gritó Luis, y corrió a toda velocidad hacia ella, ignorando por completo a Serena, sus amigas y a Darien.  Eni también corrió y cuando se encontraron, Luis la tomó por la cintura y la cargó haciéndola girar en el aire. Luego dejó que sus brazos se deslizaran hasta su espalda, haciéndola descender y corresponder al abrazo, y finalmente encontrando su rostro en un apasionado beso mientras seguían girando. En realidad, Serena y sus amigas tenían apenas unas horas de conocer a Luis, pero estaban seguras que  tendrían pocas oportunidades de verlo tan feliz como en aquel momento… o como en esa situación.
Ellas se sentían muy abochornadas, sobre todo, las amigas de serena, pues no era lo mismo estar espiando a su amiga, que presenciar aquella escena tan empalagosa por parte de alguien a quien apenas conocían.
— ¡No es posible! —Se oyó una voz acercándose por detrás de ellas, mientras que Luis y Eni continuaban con su apasionado beso. ¡Era Adrián! Él, al parecer, se lo tomaba con mucha más calma. — ¡Dejas un segundo solo el panal, y cuando te das cuenta está regada la miel por todas partes, y todo lo que ves está empalagoso! —Dijo en tono de burla.
Luego se volteó hacia las chicas y las saludó, presentándose debidamente con Rei y Darien, a quienes él no conocía.
— ¿Se puede Saber que haces rodeado de tantas chicas tan lindas? —Eni y Luis finalmente habían terminado su beso, y ahora ella le estaba reclamando a Luis, mas llena de celos que de hechos.
— ¡Lo siento, Eni! —Se disculpó él —. Ellas son las chicas de las que te hablé ¿recuerdas? Las del centro de videojuegos. —Le explicaba mientras se acercaban a los demás.
Una vez con el grupo, Luis hizo las respectivas presentaciones, y claro, presentó a Eni como su novia. El rostro de Eni iba cambiando lentamente, de uno lleno de desconfianza e incomodidad, por uno mucho más amable y simpático, lo que pareció mejorar aún más cuando Luis le presentó a Serena y Darien como pareja, también.
— ¡Serena! —Recordó Eni emocionada. —Tú eres la del videojuego que modificó Luis ¿verdad? —Señaló con mucha alegría, mientras que Luis se aclaraba, escandalosamente, la garganta, a lo que Eni solo respondió con una sonrisa inocente, como de niña traviesa.
Continuaron platicando un rato, y unos 10 minutos después se aproximó a ellos otra pareja. La chica se veía algo descuidada; vestía solamente unos jeans y una sudadera gris; tenía el cabello rubio, lacio y largo, muy desarreglado, solo recogido en una cola de caballo; y unos hermosos ojos azules protegidos tras unas gafas. El chico, tan alto como Luis o Darien, usaba un cabello largo y muy bien cuidado, de color café claro; ojos azules, aunque la mirada un poco fría (como la de Adrián), pero una sonrisa muy amable. Por alguna razón, a las chicas les parecía (pese a lo guapo que se veía aquel joven), que tenía un parecido enorme con Neflyte (Segundo guerrero del Negaverso).
— ¡Alannan! ¡Jennifer! —Los llamó Luis hasta donde estaban.
Luis presentó a los recién llegados con las chicas. Alannan y Jennifer también eran novios, y Jennifer era hermana de Luis. Luis les platicó a las chicas que ellos eran 5 hermanos, pero que en este viaje, solo lo acompañaron sus tres hermanas: Jennifer, Laisha y Linda; mientras que su otro hermano, Ángel, había hecho un viaje a otro país. Luis presumió, que tanto Alannan como Jennifer eran muy inteligentes, que tenían un I. Q. mucho más elevado que el promedio. Las chicas no dejaron pasar esa oportunidad para destacar también el coeficiente de Amy, quedando los tres involucrados bastante abochornados.
Pasaron unos minutos más, cuando aparecieron las otras dos hermanas de Luis. Laisha era casi tan alta como Luis, muy delgada, de cuerpo muy atlético (a las chicas les recordaba a Haruka), con el cabello largo, color café obscuro rojizo, y los ojos obscuros como los de Luis. Linda, por su parte, era mucho más pequeña, un poco más llenita que sus otros hermanos, y mucho más parecida a Luis que las otras dos, con una sonrisa realmente simpática.
Tras las debidas presentaciones, Serena, Darien y las chicas se dieron cuenta de que ya todos los amigos de Luis se estaban presentando, y aunque tenían mucha curiosidad por conocerlos a todos, y sobre todo, averiguar lo que sabían sobre el guerrero misterioso, les pareció más prudente retirarse, y dejar que los amigos tuvieran su encuentro como lo habían planeado. Igual, ellas pensaban, de cualquier forma, encontrarse con Luis y Adrián al día siguiente. Entonces se despidieron, y dejaron a Luis, Adrián, Alannan, Eni, Jennifer, Laisha y Linda.
Pronto, en aquel lugar, llegaron juntos, un chico larguirucho con otro muy robusto. Los chicos los saludaron. Eran Ruy (el larguirucho) y Robert (El robusto). Poco a poco fueron llegando más. Kisaír no tardó mucho en llegar acompañada de Karla y Richie. Kisaír era una chica un poco menos esbelta que sus compañeras, tenía una mirada de desconfianza y desaprobación, el cabello rubio obscuro y ojos verdes. Karla era mucho muy delgada, con el cabello rizado color café claro y unos ojos azules llenos de timidez. Por otro lado, Richie era un niño mucho más pequeño que todos ellos. En Realidad, Luis, Ruy, Kisaír, Eni, Robert, Alannan y Jennifer, tenían 16 años de edad; Karla y Adrián tenían 17, Laisha 18, y Linda 14, mientras que Richie solo tenía 12.
Solo unos minutos más tarde, se encontraban ya todos en un claro del parque. Se habían acomodado en unas bancas que se encontraban juntas, mientras que a muchos de ellos, en especial a los chicos, les tocó sentarse en el suelo para encontrarse todos de frente formando un círculo. Fue entonces cuando llegó un último grupo: dos chicas y dos chicos. Se trataba de Alejandra, una chica de 16 años, delgada, de cabello lacio y largo color negro, ojos negros y pequeños en un bello rostro de piel blanca y mejillas rosadas; Rafa era un joven de piel muy  morena, con 18 años, llevaba barba de candado, y el cabello negro, corto, y peinado relamido hacia atrás; Ana tenía 15 años, era muy delgada y atlética, de piel morena clara, y un lacio cabello largo que alcanzaba hasta su cintura; Por último Anthony, de 18, de baja estatura, y un gran parecido con Luis, excepto por que tanto el cabello como la piel eran más claros.
Finalmente, los 16 jóvenes extranjeros, que se encontraban de visita en Tokio se habían reunido. Alannan le hizo una señal a Luis, y éste se soltó de Eni, a quien abrazaba, y se levantó. Abrió la tapa de su reloj de pulso, pero no llevaba un reloj, en su lugar se encontraba una pequeña placa de metal azul, ovalada, con una letra “e” en relieve. Luis la presionó como si se tratara de un botón, y  automáticamente la placa aumentó su tamaño hasta quedar de unos 7x12cm. Aunque parecía extraño, pero todos ellos llevaban una pieza exactamente igual; la mayoría, igual que Luis, la usaba como pulsera o reloj, algunos de los chicos como hebilla del cinturón, otros también la llevaban en el cinturón, pero como si se tratara de un teléfono celular o un localizador; algunas chicas la llevaban como prendedor de pelo o prendedor de ropa, mientras que Karla la usaba como medalla en una cadena.
Luis tomó su “e”, y se acercó a ella como para hablarle, y pronunció la palabra “Nexus”. En ese momento, la letra “e” en el centro del ovalo azul comenzó a brillar, y le siguieron las “e” en los óvalos de cada quien. Entonces fue como si hubieran atravesado una membrana muy delicada y todos hubieran sido transportados a otra dimensión, sin embargo, seguían en el parque, aunque… no igual. Aparentemente, el tiempo se había detenido, o frenado. Todo se movía mucho más lento alrededor de ellos.


Continuará…

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En el Siguiente sub-capítulo:
¿Qué escondes, Luis? ¿Qué sabes del dragón y el Guerrero Misterioso? Tal vez si seguimos de cerca tu reunión sepamos tu secreto… En efecto, Luis y sus amigos se han reunido finalmente y revelarán algunos de sus secretos, pero dejando al descubierto otros misterios que pronto se tendrán que resolver. De este modo, el primer capítulo de este episodio especial llega a su fin, cuando todos los amigos extranjeros expresan su preocupación por el inminente peligro al que están por enfrentarse.

SM&SW-1.07: La discusión; ¿Quiénes son los Extranjeros?

¡Entonces Luis es…! ¡Y ellos son…! ¿Y luego…? Según se ve, la pregunta es más que acertada… ¿Quiénes son los extranjeros?

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