sábado, 17 de septiembre de 2011

Sailor Moon y Los Star Warriors; Capítulo 0.07



Sailor Moon
y
Los Star Warriors
Los Star Warriors Evolution, Episodio Especial.
Capítulo 0.- Dimensión “S”.
SC 0.07: Virus informático
El reloj avanzaba con rapidez. Amy sabía que eso no tenía lógica, puesto que el tiempo es una constante que no tiene variantes. Aún así estaba consciente de que la presión, el estrés, y algunos factores psicológicos creaban la ilusión de que el tiempo transcurriera más lento o más rápido, según sea la situación.
Sus dedos se desplazaban veloces por el teclado de la computadora. Normalmente ella no es un ser competitivo. No en lo que respecta a competir contra otras personas. Pero esta vez la carrera era contra el tiempo. Una prueba informática en la que participaban cerca de 50 de las mentes más sobresalientes a nivel preparatoria.
Solo quedaban 5 minutos para finalizar la prueba. Miró hacia la pantalla con satisfacción, al comprobar que terminaría la prueba justo a tiempo. Solo había algo que le preocupaba. Tom Collins. Sentado a 5 computadoras de distancia, a la izquierda de ella. Antes de comenzar la prueba estuvo acosando a algunos de los chicos que participaban en ella. Incluso, a ella misma la había amenazado.
«La información es una de las armas más poderosas con las que se cuenta en el mundo moderno. Cualquiera con medio cerebro y una computadora tiene acceso a toda la información que deseé. Y yo tengo más de medio cerebro, así que no solo puedo acceder a la información, puedo crearla, manipularla o cambiarla a mi conveniencia. No te imaginas lo que se puede hacer cuando se tiene acceso a la información adecuada. Ni lo que puedo hacer con tú información, o la de cualquiera que tenga un mejor resultado que el mío en esta prueba»
Sutil, pero temible a la vez. Aunque sería de esperarse, que si alguien sacase mejor resultado que él en la prueba, ese alguien podría hacer frente a cualquier estratagema que él pensara usar en su contra. De cualquier modo eso tenía inquieta a Amy.
Faltaban dos minutos para que se diera por finalizada la prueba, y aún ninguno de los aspirantes había terminado. Amy respiró hondo y presionó la tecla “Enter” con toda tranquilidad. Levantó la vista en busca de la mesa de profesores. Todas las computadoras estaban en red, y las pruebas eran monitoreadas por un equipo de 7 de los mejores catedráticos de informática en Japón y Estados Unidos. Tal y como lo esperaba, en cuanto ella levantó su vista, uno de aquellos misteriosos “profesores” vestidos de negro y con lentes oscuros, le hizo señas para que se acercara. Se puso de pie y comenzó a caminar…
En ese instante, la computadora de Tom Collins emitió un pitido intermitente, y él dio un grito de horror que desconcentró a todos. Un par de segundos después, su equipo echaba humo. Enseguida otras 5 computadoras imitaron a la de Tom, y luego otras 5. Así hasta que todas las computadoras estaban pitando y humeando.
Amy se apresuró a llegar a la mesa de los profesores para preguntar lo que pasaba. Y como si una maldición la hubiese estado esperando, al llegar al lado del profesor que la había llamado, en la pantalla de la computadora de éste apareció una calavera con unas tibias cruzadas debajo de ella. El ícono del peligro o de la muerte. Entonces también las computadoras de los profesores empezaron a pitar y, tras apagarse simultáneamente, todas comenzaron a humear.
No hace falta explicar el revuelo que se armó en todo el salón con todas las computadoras echando humo y con las pruebas a punto de finalizar. Cuando la situación se calmó, y se comprobó que en realidad ninguna computadora estaba en llamas, todos pudieron tranquilizarse.
Fue entonces cuando un hecho sobresalió. Aún quedaba una computadora funcionando. Una profesora, ataviada en su traje negro y lentes oscuros (que más parecía agente de la CIA o de una agencia secreta en una película de extraterrestres), fue la que se acercó a investigar. Como es de imaginarse, la computadora que aún funcionaba era en la que había estado trabajando Amy, lo cual provocó muchas murmuraciones entre los aspirantes.
—Es un virus informático. —comunicó la profesora, que para sorpresa de todos, tenía una voz dulce y melodiosa. Todos esperaban que tuviese voz de robot o de soldado. —Y fue cargado desde este equipo. Tan solo 58 centésimas de segundo, después de que la señorita Mizuno terminara su prueba.
Los murmullos acrecentaron. Los profesores intercambiaron miradas a través de sus lentes oscuros como si deliberaran en silencio. Uno de ellos se agachó al CPU de la computadora y extrajo el Disco Duro.
—Pueden esperar afuera. —Dijo el que parecía tener mayor jerarquía entre los profesores. Su voz los sobresaltó, pues éste si la tenía muy grave y potente a la vez. —Pero ninguno puede retirarse.
Todos salieron muy nerviosos, sin perder la oportunidad de lanzarle una mirada acusadora a Amy. Pero para ella, la actitud que le pareció más significativa fue la de Tom Collins. Él no la miraba en modo acusador, por el contrario, mostraba una sonrisa malévola y burlona.
—Ahora sí te atraparon, Mizuno. No creo que puedas escapar de esta.
— ¡Tú cállate, Collins! —Gritó una chica rubia que caminaba junto a Amy. —Yo escuché cuando amenazabas a Amy.
— ¿Yo? Pero si mi máquina fue la primera en infectarse. Seguramente ella lo hizo intentando defenderse de esa supuesta amenaza de la que hablas, pero de la que no tenían ningún fundamento. No contaba con que el virus se expandiera por la red
—Solo que estás olvidando algo muy importante, Tommy. —Amy hablaba con tranquilidad, a pesar de estar verdaderamente molesta. —Los profesores que nos estaban evaluando y que ahora investigan lo ocurrido, son 7 de las mentes más brillantes del mundo en cuanto a informática, matemáticas, física y ciencias de la investigación. Está bien que nosotros, como adolescentes sobresalimos en nuestro nivel como 50 mentes destacadas. Pero no creo que ninguno de nosotros, aún tú, tenga la capacidad de engañar a unos eruditos como ellos. Así es que… la verdad no tardará en salir a la luz.
La seguridad que mostraba Amy en sus palabras, por encima de las acusaciones arrebatadas de Tom, hicieron reflexionar a varios, permitiendo que algunos de ellos recordaran cuando Tom también los amenazó. De pronto, el patio donde se encontraban se transformó en un silencioso y pasivo campo de batalla. Los aspirantes se dividieron en dos, unos apoyando a Amy por un lado, y los que apoyaban a Tom por el otro. Los ataques se reducían a meras miradas acusadoras y desafiantes, pero sin que nadie profanara pronunciar una sola palabra. Para consuelo de Amy, los chicos que participaban de su lado eran mayoría.
Este silencio sepulcral se prolongo durante poco más de una hora y media. Entonces aparecieron los profesores. Sincronizadamente todos se alinearon frente a ellos y aguardaron en el mismo silencio en el que habían permanecido. Debieron imaginar que los profesores los examinaban con la mirada, verificando que efectivamente estuvieran todos presentes; pero no lo podían asegurar, pues los lentes oscuros impedían leer sus miradas.
—Mizuno, Amy. —Llamó la profesora que había investigado en la computadora de Amy.
En respuesta, Amy avanzó para colocarse exactamente frente a la profesora. La profesora, por su parte dio la media vuelta y se alejó para reunirse con sus camaradas, mientras que el profesor que había extraído el disco duro se aproximó a Amy y le pidió poner sus manos al frente. Cuando Amy obedeció se quedó sin habla. Sin titubear un segundo, el profesor capturó las manos de Amy con unas esposas de alta seguridad.
—Señorita Mizuno, le informo que está usted detenida por terrorismo, y esperaremos a que en unos minutos se presenten agentes de la Interpol para remitirla.
— ¿Pero cómo? —La sorpresa de Amy era convidada de todos sus compañeros, incluso los que estaban en su contra, que solo esperaban que las máximas consecuencias de su “supuesto” delito, fuese la anulación del examen y negarle la oportunidad de volverlo a presentar, además, tal vez de alguna multa económica por los daños a los equipos, etc.
Pero no, las consecuencias habían trascendido más allá de lo que consideraban una pequeña travesura. Y para aclarárselos, otra maestra de aquel extraño equipo, se adelantó a dar los detalles:
—Hace un par de semanas, una oficina de gobierno en Norte América fue atacada por este mismo virus, causando grandes pérdidas económicas y administrativas a ese gobierno, por lo que fue considerado un acto de Terrorismo. La interpol ha dedicado un gran esfuerzo para encontrar al responsable de la creación y envío de ese virus.
»Podemos darnos cuenta que esta versión del virus está modificada, pero tiene todas las características y marcas que lo identifican como el mismo. Así es que jóvenes, se les notificará la próxima fecha para su prueba, mientras tanto, la señorita Mizuno nos acompañará.
Todo el mundo quedó muy consternado y sin saber qué decir o hacer, mientras veían cómo se llevaban a una de sus más brillantes compañeras.
— ¡Un momento! ¡Están cometiendo un error! —Las sorpresas no terminaban, pues era Tom Collins quien llamaba a los profesores. —Yo fui quien implantó el virus desde mi máquina, por eso me aseguré que fuera la primera en destruirse. La verdad, estaba muy nervioso por la prueba, y el virus iba a activarse si cualquiera terminaba antes que yo, y le tocó la mala suerte a Amy. ¡Todo era una broma! No esperaba que tuviera estas consecuencias.
»Efectivamente yo me enteré del atentado que mencionaron a las oficinas norteamericanas. Así que busqué una copia descargable del virus para poder usarlo en la prueba. Luego, descargué el virus y lo modifiqué. El resto ya lo saben.
» ¡Lo siento, Amy! Nunca esperé que las cosas llegaran a tanto. Quería quitarte del camino, pero no así.
El silencio reinó durante unos segundos. Todos los presentes trataban de procesar la información que acababan de recibir. Hasta que, el que parecía ser el líder en el grupo de maestros, caminó hasta estar frente a Tom y tras sus oscuras gafas se adivinaba que lo estaba examinando. Dejó transcurrir unos segundos más y finalmente habló:
—Interesante. —Su única palabra quedó volando en el aire. Los corazones de todos se agitaron llenos de esperanza, al tiempo que otro silencio se prolongaba. — ¡Esto se agregará a su lista de delitos!
— ¡¿QUÉ?! —La nueva sentencia tomó a todos por sorpresa, no podían creer o entender lo que estaba pasando.
—Está claro que ha intimidado y hostigado a este joven para obligarlo a echarse la culpa y así salir usted bien librada, señorita Mizuno. Ya algunos de sus compañeros se habían quejado de recibir amenazas antes de la prueba.
— ¡Así es! —Respondió Tom, aún sin poder dar crédito a lo que escuchaba. —Fui yo quien los amenazó, y todos ellos podrán confirmárselo.
—Esto ya ha ido demasiado lejos. —Declaró el maestro que estaba frente a Tom. — ¡Vámonos de aquí, antes que alguno de ellos declare ser el conejo de pascua!
— ¡¡NO!!
Tom, viendo el curso desproporcionado que había tomado su broma, saltó sobre el maestro, que ya le había dado la espalda. Lo que siguió fue impresionante. Una gruesa y larga cola de reptil se desenrolló en la espalda del profesor, la cual lanzó a Tom  al suelo. El maestro se giró para verlo de frente, y Tom sintió pavor al notar como un tenebroso destello rojo brillaba tras aquellos lentes oscuros.
Los maestros que sujetaban a Amy la arrojaron al lado opuesto del que se encontraban sus compañeros, y entonces los seis corrieron a encontrarse con su líder. Al ir ganando velocidad la consistencia de sus cuerpos cambió, hasta que parecían seis figuras de líquido negro, las cuales se integraron al cuerpo del primero de ellos. La figura negra de ojos rojo brillante creció hasta bloquear la luz del sol sobre los estudiantes.
Tom Collins sentía pánico, pero también la imperiosa necesidad de rescatar a Amy. Quiso correr para alcanzarla, sin embargo, aquel monstruo gigantesco giró y lo golpeó de nuevo con su cola, arrojándolo a varios metros de distancia. El monstruo terminó de girar y quedó viendo de frente a Amy. Entonces se arrojó sobre ella…


Continuará…

-------------------------------------------------------------------

En el Siguiente sub-capítulo:
Este monstruo misterioso sigue causando estragos, y persigue a Rei por un bosque misterioso. Estando a punto de ser atrapada, aparecen pequeños puntos luminosos que parecen dañar al monstruo y por un instante le salvan la vida.

SM&SW-0.08: Puntos de luz contra la oscuridad.

Aquí debe haber un mensaje oculto: Cristales, Estrellas, Tiempo, Luz, Oscuridad… algo raro pasa

No hay comentarios:

Publicar un comentario