Estadísticas de Lectura 2012. #5

 

Estadísticas de Lectura 2012. #5

 

 

Cuando uno quiere ser doctor, siempre hay cerca otros doctores que te platiquen su experiencia como doctores, sus altas, sus bajas, sus anécdotas, sus motivaciones, inspiraciones y decepciones. Así, el estudiante de medicina tiene referencias para compararse y decidir si sigue adelante o no por este camino que ha elegido. Y es el caso similar con un mecánico, un carpintero, un chofer, un cocinero, un maestro, un albañil, un diseñador, un actor, un cantante, un político…

Sin embargo yo, que tengo aspiraciones a ser escritor, no me había encontrado con testimonios tan vívidos y personales como los que comparte Stephenie Meyer en este libro. Lo más parecido fue un testimonio del videoblog de “El cazador de Libros”, que en realidad me pareció muy interesante. Pero volviendo al asunto. “Saga Crepúsculo; Guía oficial ilustrada” me ofreció mucho de eso que yo deseaba saber sobre ser escritor. Pude claramente compararme con ella y encontrar coincidencias y diferencias que me han servido de base para afirmar que mi deseo es escribir.

Eso como escritor. Como fan, me encantó poder conocer más a fondo la historia entramada en esta maravillosa Saga. El libro es como un tomo enciclopédico con las biografías e historias individuales de cada personaje, que poco a poco y por sí solas se van entretejiendo con las de los demás hasta formar esta gran y compleja historia. Y no solo los personajes, que van desde humanos, vampiros, hombres lobos, hombres lobos quilehutes, vampiros malos (los Vulturis), vampiros que aparecen en los 5 libros (Crepúsculo, Luna Nueva, Eclipse, La segunda vida de Bree Tanner, y Amanecer) y otros personajes de relleno; Además de los vehículos que aparecen en la serie, y las canciones que inspiraron a Stephenie en el camino de este maravilloso mundo. Incluidos en este libro vienen las portadas que se le asignaron a los libros en diferentes países, y una gran galería de fan-arts.

Así es. Tanto como fan o como escritor, quedé muy satisfecho con esta deliciosa colección de historias que me revelaron secretos que desconocía sobre muchos de los personajes, me hicieron recordar cosas que hace rato que no leía, me permitieron conocer mucho más a fondo a muchos otros personajes y, en general, me permitieron ver la saga Crepúsculo con otros ojos.

Punto a favor de este libro es que sea escrito por la misma Stephenie Meyer, muy a diferencia de ensayos y estudios que han sacado otros autores acerca de la saga y sus supuestos efectos, orígenes y significados. Qué mejor que sea la misma autora quien dé respuesta a todas esas incógnitas.

 

 

Y con el número 20 de la lista, y un poco más cerca de mi meta establecida, llego con “La Sombra” de John Katzenbach. Y aquí ocurrió algo extraño, no sé si echarle la culpa a que voy muy encarrerado leyendo, a que sea el segundo libro de Katzenbach que leo en un periodo muy corto de tiempo, a que ya me estoy acostumbrando a su estilo o que sea el mismo libro el que es mucho más digerible y ameno para leerse. El caso es que me resultó una lectura mucho más ágil y agradable que cuando leí “El psicoanalista” y “El profesor”. Claro que no es una historia “bonita”… es interesante, emocionante, adrenalizante, para hacer pensar al lector, cosa que Katzenbach logra muy fácil.

Punto a favor del libro: Yo, en lo personal, me declaro enemigo de la “Historia” como materia académica, más aún, de la guerra. Bueno, la guerra real. Rechazo por defecto todo lo que tenga que ver con alguna de las guerras mundiales o alguna otra emprendida por (generalmente) los Estados Unidos, ya sean libros o películas.

Pero “La Sombra” logró introducirme con mucha facilidad en esa horrorosa etapa de la Historia Universal, como no lo hizo el “Diario de Ana Frank”.

De acuerdo con las edades aproximadas, debo suponer que la historia se desarrolla entre los años 1995 y 2005. Trata sobre un asesino, sobreviviente de la época del holocausto, que se dedica a matar a otros sobrevivientes que podrían delatarlo. Pero la historia no está narrada desde el punto de vista del asesino, sino de las víctimas y un ex policía, jubilado, que decide ayudar a un rabino y otros dos judíos ancianos, luego de que no pudo evitar que su vecina fuese estrangulada. Igual que en “El Profesor”, el ex policía toma su propia línea de investigación, independiente a la del departamento de policía. La diferencia, es que a mitad de la historia, tanto el detective a cargo del caso como la fiscalía, deciden tomar en cuenta la declaración del anciano y unen esfuerzos con él para lograr capturar al multihomicida.