Sailor Moon
y
y
Los
Star Warriors
Los Star Warriors
Evolution, Episodio Especial.
Capítulo 6.- El ataque del Rey Lagarto.
SC-08: Comienza la Batalla.
Capítulo 6.- El ataque del Rey Lagarto.
SC-08: Comienza la Batalla.
Setzuna sabía que el
objetivo del enemigo era capturar a Sailor Moon, pero en esta ocasión los
monstruos no parecían perseguir un objetivo en particular. Simplemente
avanzaban a diestra y siniestra destruyendo todo lo que se atravesaba en su
camino, y también matando a las personas.
Así que cuando los
monstruos rodearon el carro de Haruka, las personas huyeron tan rápido que les
dieron una magnífica oportunidad.
— ¡Por el poder del
planeta Urano! ¡Transformación!
— ¡Por el poder del
planeta Neptuno! ¡Transformación!
— ¡Por el poder del
planeta Plutón! ¡Transformación!
— ¡Por el poder del
planeta Saturno! ¡Transformación!
— ¡Tenemos que
regresar al parque de diversiones! ¡Rápido! —Insistió Sailor Plut.
—De acuerdo,
déjanoslo a nosotras. —Respondió Sailor Uranus. — ¡Tierra…! ¡Tiembla!
— ¡Maremoto de
Neptuno!
Las dos esferas de
poder abrieron camino entre los monstruos para que las Sailors pudieran correr
de vuelta al parque, donde las cosas empezaban a pintar mal.
En efecto, los
monstruos no tardaron en llegar al parque, siguiendo su mismo patrón,
destruyéndolo todo. Eso lo pudo comprobar una pobre mujer, cuando el carrito
donde iban sus pequeños de tan solo 6 años, se interpuso en el paso de uno de
esos monstruos con forma de velocirráptor. Al ver obstaculizado su paso, el
monstruo tomó el carrito entre sus garras y lo elevó sobre su cabeza con la
intención de arrojarlo, sin siquiera inmutarse por los gritos desesperados de
la madre. Pero el monstruo no logró su objetivo, ya que un rayo plateado golpeó
su costado. El carrito iba hacia el suelo amenazando con aplastar a Richie,
pero Linda empujó a su compañero y atrapó el carrito en el aire poniendo a
salvo a los niños.
—Ya no hay problema,
niños. Vallan con su mamá. —Les indicó Linda, a lo que los pequeños obedecieron
inmediatamente.
— ¡Hijos míos, que
bueno que están bien! —exclamó la mujer entre sollozos, y luego se dirigió a
Linda y a Richie para agradecerles. —Se los agradezco tanto… ¿Pero cómo lo
hicieron? ¡Ustedes tan solo son unos niños!
—No tiene nada que
agradecer, señora. —Respondió Linda abochornándose.
—Usted no se
preocupe, —terció Richie, —tan solo ocúpese de refugiarse junto con sus hijos.
La preocupación de
Richie era grande, pues se dio cuenta que el monstruo se recuperaba y que
buscaría pelea. Linda le extendió las manos a su compañero como si le cediera
el paso, pero Richie se negó rotundamente.
—Las damas primero,
por favor.
Linda se sonrojó,
pero se dejó alagar por su pequeño amigo.
— ¡Por el poder
estelar, del Cristal Lunar del Dragón! ¡Transformación!
— ¡Por el poder
estelar, del Cristal Lunar de la Serpiente de Chispa! ¡Transformación!
—Soy una Star
Warrior, y soy una guerrera de la Estrella de la Bondad… Soy la Princesa Liagr
del planeta Alhar, segunda al mando de los Time Warriors… El Dragón de la Vida…
¡Chivy Time One!
—Yo soy la última
esperanza en la batalla… Soy el Guerrero Azy, la última Chispa de Poder de los
Time Warriors… La Serpiente de Chispa… ¡Chivy Time Ten!
En el pabellón de
los videojuegos se encontraban Robert y Adrián tratando de conquistar chicas.
Llevaban un buen rato probando suerte y parecía que finalmente Adrián tendría
éxito, pues una coqueta chica que vestía una minifalda de mezclilla se
aproximaba a él seductoramente. Pero a solo unos pasos de él, sus ojos se
abrieron desorbitados y profirió un grito de terror antes de que ella y toda la
gente salieran huyendo del lugar.
— ¡Tan feo estás,
camarada! —Se burló Robert, y estaba a punto de romper la carcajada, cuando una
de las máquinas de video explotó, abriéndole paso a los demás monstruos. Adrián
le dirigió una mirada amenazante, pero él se defendió inmediatamente. —Eso no es
un punto a tu favor.
—Eso ya lo veremos.
—Sentenció Adrián. — ¡Por el poder estelar, del Cristal Lunar de la Serpiente
de Fuego! ¡Transformación!
— ¡Por el poder
estelar, del Cristal Lunar de la Serpiente de Cascabel! ¡Transformación!
—Somos dos Star Warriors,
Guerreros de la Paz y la Justicia. Yo soy el número 10 de los Time Warriors, el
Guerrero Azo, la Serpiente de Fuego… ¡Time Ten!
—Soy feroz como una
bestia salvaje. Mi nombre es Romodi y soy el 5º de los Time Warriors… La
serpiente de Cascabel… ¡Time Five!
El rugido del
velocirráptor se fundió con los gritos de pánico que emitía la gente que
paseaba en la montaña rusa. Pero estos no eran por el vértigo, sino porque uno
de los monstruos pterodáctilos habían destruido parte de las vías en una de las
caídas más altas. No era el caso de Rodrigo y Kisaír, que iban en el último
carro. Sin hacer mucho esfuerzo, Rodrigo rompió los barrotes de seguridad y
saltó volando sobre los demás carros hasta colocarse frente al primero.
Evidentemente volando, empujó los carritos que corrían hacia el hueco que había
en las vías, intentando frenarlos. Kisaír también saltó y golpeó en la cabeza
al monstruo que se dirigía en dirección a Rodrigo. Pero Rodrigo no pudo
contener mucho más tiempo los carritos de la montaña rusa y juntos cayeron por
el agujero. Entonces Kisaír bajó rápidamente para ayudar a su compañero
sosteniendo el otro extremo. Entre los dos bajaron volando y dejaron caer el
carrito suavemente, ante las miradas atónitas de las personas. Sin poder
disimularlo, ambos volaron de regreso al cielo.
— ¿Te encuentras
bien? —Preguntó Kisaír.
— ¡¿Tú siendo
amable?! —Respondió Rodrigo con sarcasmo.
— ¡Olvídalo! Solo
quería ser atenta. No volverá a ocurrir… ¡Por el poder estelar, del Cristal
Lunar de la Boa! ¡Transformación!
Rodrigo sonrió al
descubrir que la actitud de su amiga no había cambiado.
— ¡Por el poder
estelar, del Cristal Lunar de la Anaconda! ¡Transformación!
Ambos Time Warriors
volaron hasta estar de frente a los monstruos voladores que se acercaban a
ellos
—El escepticismo es
mi característica. Soy una Star Warrior y lucho por la estrella de la Bondad.
Soy Ckispa, la Boa Constrictora… la tercera de los Time Warriors… ¡Time Three!
—Solo energía
positiva fluye por mi cuerpo. Soy Ruy el segundo Time Warrior y mano derecha de
Time One… la Anaconda negra… ¡Time Two! —el guerrero esperó a que el primer
monstruo estuviera cerca para agregar: — ¡Es hora del espectáculo!
Y parecía una
ironía, pero la invasión había llegado ya hasta el escenario donde se
encontraban los Five Lights. Un gran estruendo hizo voltear a todos cuando
Alannan golpeó la cara del primer monstruo. No era uno como los conocían, éste
tenía el cuerpo más parecido al de una roca y con varios cuernos en la cara.
Era más como un Monstruo de Guila humanoide. Pero no se detenía allí, ya que el
ejército de monstruos iba en aumento, y a pesar de sus formas humanoides eran
distinguibles varios tipos de reptiles, como salamandras, serpientes, dragones
de komodo, guekos, solo por mencionar algunos.
Alannan se enfrascó
en su pelea con el monstruo de guila, mientras Jennifer se esmeraba en desviar
a los monstruos que se aproximaban a atacar a las chicas y a los cantantes.
Entonces ella pudo cavilar una estrategia. Volteó y le ordenó a Seiya que todos
bajaran del escenario por la parte de atrás. Ellos obedecieron tratando de
predecir a dónde los llevarían esas acciones. Una vez que bajaron del
escenario, Jennifer extendió sus brazos en dos poderosos golpes de aire que
derrumbaron los postes de la iluminación. Los reflectores, los postes, las
tarimas y varias cortinas estuvieron a punto de aplastar a Seiya y los demás,
pero al final solo los cubrieron.
— ¡Alannan! ¡Hazlo
ahora! —le gritó su enamorada.
Alannan sujetó al
monstruo por la espalda, haciéndole una llave bajo los brazos. Luego se elevó
al cielo con él y descendió violentamente golpeando la orilla del escenario,
provocando que todas las tablas y alfombras que había se levantaran, formando
una especie de casa de campaña gigantesca, bajo la cual quedaron los Five Lights
y sus tres grandes admiradoras.
Tres cosas
ocurrieron en consecuencia: La primera fue que Jennifer salió volando,
impulsada por la catapulta en la que se convirtió el piso del escenario; la
segunda fue que el mismo piso también se convirtió en un tobogán por el que
Alannan y el monstruo se deslizaron y se fueron patinando hasta perderse entre
los escombros; Y la tercera fue que, las chicas y los Five Lights no dudaron en
aprovechar el refugio que les daba la nueva posición del escenario, para transformarse
e ir a ayudar a sus amigos.
— ¡Poder de Lucha
estelar! ¡Transformación!
— ¡Poder de Curación
estelar! ¡Transformación!
— ¡Poder de Creación
estelar! ¡Transformación!
— ¡Poder de Fuego
Estelar! ¡Transformación!
— ¡Por el poder del
Cristal del planeta Marte! ¡Transformación!
— ¡Por el poder del
Cristal del planeta Venus! ¡Transformación!
— ¡Por el poder del
Cristal del planeta Júpiter! ¡Transformación!
— ¡Por el poder del
Cristal Galáctico! ¡Transformación!
—Somos 4 estrellas
fugaces que luchan contra la obscuridad. ¡Soy Sailor Star Fighter!
— ¡Soy
Sailor Star Healer!
— ¡Soy
Sailor Star Maker!
— ¡Soy
Sailor Star Fire!
—La luz de todas las
estrellas resplandece con mi poder. Soy Sailor Galaxia y haré brillar la luz de
los corazones.
—No permitiremos que
monstruos malignos vengan a invadir nuestra ciudad. Somos las Sailor Scouts que
luchan por el amor y la justicia. ¡Soy Sailor Venus!
— ¡Y yo soy Sailor
Mars!
— ¡Y yo soy Sailor
Júpiter!
No muy lejos de allí
unos hermosos ojos azules alcanzaron a verlo todo. Jennifer giró su cabeza para
buscar a Alannan, quien seguía revolcándose con el monstruo de guila.
—Alannan. Ellas lo
lograron. Ahora es nuestro turno… Cariño, ¿podrías dejar de jugar? Por favor.
El monstruo,
irritado volteó a ver a Jennifer y le rugió ferozmente, pero su furia fue
extinguida con la voz de Alannan.
— ¡Evolutor!
¡Captura! —Y en medio de un majestuoso destello azul el monstruo desapareció.
—Está bien, Cielo, como tú digas.
Y la atención de los
dos enamorados fue distraída por los gritos de una pequeña niña que huía de
tres velocirraptors que llegaron hasta ellos. Alannan abrazó a la pequeña y la
consoló. Luego la pasó a los brazos de Jennifer.
—Protégela, Jenny.
Por favor. —Jennifer recibió a la pequeña y abrazó su cabeza contra su vientre.
Entonces Alannan dio un paso hacia los monstruos. — ¡Por el poder estelar, del
Cristal Lunar del Pitón! ¡Transformación!
— ¡Ah, no! ¡Tú no me
vas a hacer a un lado! —Protestó Jennifer, y luego se dirigió a la niña, a
quien colocó detrás de ella. —Pequeña, tú espéranos aquí. ¿Quieres? Vas a estar
a salvo. —La niña se sintió llena de confianza cuando vio a Alannan
transformarse en Time Six, entonces le asintió a Jennifer. Una vez con la niña
segura, Jennifer regresó junto a Time Six a enfrentar a los monstruos. — ¡Por
el poder estelar, del Cristal Lunar de la Mamba! ¡Transformación!
—Bienvenida, Time
Seven. ¿Estás lista?
— ¿A tu lado? ¡Sabes
que siempre lo estoy!
—Entonces… ¡A la
carga!
Continuará…
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En el Siguiente sub-capítulo:
Locura en medio del caos. Y no
precisamente hablando de gente que ha perdido el Juicio. Se trata de Eni y
Luis, que en medio de la invasión juegan a declararse su amor de maneras
“Chispas” y originales. Pero a pesar de eso, finalmente todos logran encontrar
un espacio para poder transformarse. 12,
Time Warriors, 4 Light Warriors, 6 Sailor Scouts, 4 Sailor Outers, 4 Sailor
Star Lights, Sailor Galaxia y Tuxido Mask…
SM&SW-6.09: 32 Transformaciones… 32 Guerreros.
A todo esto… ¿Quién es Tania?
¿Por qué nadie me había hablado de ella? ¡Exijo Saber!
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