sábado, 6 de octubre de 2012

Sailor Moon y Los Star Warriors; Capítulo 6.09


 
 

Sailor Moon
y
Los Star Warriors

Los Star Warriors Evolution, Episodio Especial.
Capítulo 6.- El ataque del Rey Lagarto.
SC-09: 32 transformaciones… 32 guerreros.

— ¡Por el poder estelar, del Cristal Lunar del Pitón! ¡Transformación!

— ¡Ah, no! ¡Tú no me vas a hacer a un lado! —Protestó Jennifer. — ¡Por el poder estelar, del Cristal Lunar de la Mamba! ¡Transformación!

—Bienvenida, Time Seven. ¿Estás lista?

— ¿A tu lado? ¡Sabes que siempre lo estoy!

—Entonces… ¡A la carga!

Y era curioso que Time Six lo mencionara, pues en la zona de carga del parque se llevaba a cabo otra batalla. Amy había acompañado a Alejandra y a Ana para ver los nuevos equipos de cómputo que habían llegado junto con las consolas del video juego de los Star Warriors. Habían descargado varios paquetes y cajas con computadoras de las Industrias Goldstar, y ahora ellas, junto con Ralph y Anthony, estaban catalogando todo dentro del camión.

Pero no tardaron mucho en escuchar los gritos de la gente, dentro del parque, y en escuchar el primer golpe a un costado del camión. Salieron a observar y descubrieron al menos a una docena de monstruos que avanzaban fieramente sobre ellos. Inmediatamente todos salieron para intentar huir, pero Amy preguntó con preocupación lo que pasaría con las computadoras. Entonces los cinco volvieron para proteger el camión. Pronto la invasión se volvió incontenible, así que Alejandra propuso que todos se ocultaran dentro del camión. Aunque Ana no estuvo de acuerdo. Ella propuso que alguien debía ir a pedir ayuda. Sincronizadamente, las cuatro estrellas de fuego voltearon a ver a Amy.

—Escucha, Amy, —le llamó Ralph, —Tonny y yo haremos una gran bola de aire que abrirá un camino entre los monstruos. Tú deberás correr tras esa bola para que estés segura, y una vez que estés a salvo podrás pedir ayuda. ¿Entiendes?

—De acuerdo. —confirmó Amy, aunque ella ya sabía qué clase de ayuda iba a pedir.

Mientras Alejandra y Ana continuaron alejando a los monstruos que se encontraban cerca, Ralph y Anthony se pararon uno frente a otro y comenzaron a mover las manos, como mimos, haciendo movimientos circulares. En pocos segundos, la gran bola de aire que fueron formando fue visible, como una canica transparente de más de tres metros de diámetro. Un esfuerzo muy coordinado por parte de los dos compañeros bastó para que aquella esfera de aire avanzara rápidamente, como una gigantesca bola de bolos, haciendo chuza con cuanto monstruo se atravesó en su camino. Amy no perdió un segundo, y salió corriendo tras la esfera. Una vez que pudo ocultarse tras unos locales abandonados llegó el momento de actuar.

— ¡Por el poder del cristal del planeta Mercurio! ¡Transformación!

Anthony y Ralph les cedieron el paso a las chicas, así que ellas avanzaron primero.

— ¡Por el poder estelar, del Cristal Lunar del Agua! ¡Transformación!

— ¡Por el poder estelar, del Cristal Lunar del Aire! ¡Transformación!

Una vez que Light One y Light Three se transformaron, Ralph se unió a ellas.

— ¡Por el poder estelar, del Cristal Lunar del Fuego! ¡Transformación!

—Tonny… ¿te quedas atrás? —Preguntó Light Three, a lo que Tonny no quiso sobresalir de esa manera.

— ¡Por el poder estelar, del Cristal Lunar de la Tierra! ¡Transformación!

Sailor Mercury volvió lo más pronto que pudo, y vio cómo el camión con las computadoras se alejaba a toda velocidad. Cuando vio a los cuatro Star Warriors que esperaban, supuso que ellos le ayudaron a escapar a sus amigos. Pero no era tiempo para contemplaciones, porque entre ella y los guerreros había un monstruo realmente grande… una especie de estegosaurio humanoide que no demostraba muy buenas intenciones.

— ¡Detente ahí, Villano! No permitiré que tú y tus amigos conviertan un lugar que es para la diversión de todos, en un lugar de pesadillas. Soy una Sailor Scout que lucha por el amor y la justicia… ¡Soy Sailor Mercury!

— ¡Lo mismo podemos decir nosotros! Somos Star Warriors que luchan por la paz y la justicia. Mi nombre es Toso, el guerrero de la Tierra Viva, el cuarto Light Warrior… ¡Light Four!

—Yo soy Anbe, la Light Warrior del Viento de la Esperanza… ¡Light Three!

—Mi nombre es Ramega, que significa Fuego Eterno. Soy un Light Warrior y mi nombre de batalla  es ¡Light Two!

—Donde quiera que haya obscuridad nosotros estaremos ahí para resplandecer con nuestra Luz. Somos los Light Warriors, guerreros de los cuatro elementos. Yo soy Alín, la guerrera del Agua Sagrada… la líder de los Light Warriors… ¡Light One!

El monstruo se irguió y lanzó un terrible rugido hacia el cielo. Luego dejó caer sus manos al suelo y levantó la cola donde tenía sus poderosas espinas, que salieron disparadas atacando a los Light Warriors. Ellos emprendieron el vuelo para ponerse a salvo.

— ¡Sailor Mercury…! ¡Rapsodia Acuática de Mercurio!

— ¡Halo del Agua Sagrada!

Los ataques de Sailor Mercury y de Light One se impactaron en el monstruo, llenando el aire de miles de cristales brillantes que causaban un efecto similar al de los caleidoscopios. Un efecto muy similar al que hacía que las imágenes de Laisha y Karla se multiplicara miles de veces.

Ambas jóvenes se encontraban en el laberinto de espejos, aunque ninguna de las dos parecía estar disfrutado su paseo. Karla se mostraba muy incómoda, con ganas de salir lo más pronto posible de aquel lugar. Laisha, por su parte, parecía frustrada, como si sus planes no estuvieran marchando como ella lo deseaba. La verdad, Karla solo había acompañado a su amiga por compromiso, pero estaba muy asustada y preocupada por lo que ocurría en el exterior del laberinto. Pero Laisha tenía sus razones para estar allí. Tenía que vencer a Luis, que había logrado escapar de un laberinto de espejos galáctico, y que además le revelaron muchas cosas que marcaron su destino. Laisha sabía que no tenía el poder para sobrevivir a ese gran laberinto, y estaba en un patético intento de superar un simple laberinto terrestre. Pero era inútil, ya que los espejos desorientaban completamente sus sentidos y sus poderes. Detalle que comprobó Karla cuando quiso hacer la teletransportación para salir de allí, pero rebotó contra los espejos y se reflejó de vuelta a donde mismo.

Las dos chicas sabían que la forma más efectiva de salir de allí era destruyendo los espejos con el sonido, o con proyectiles, ya que los ataques de energía rebotarían también. Pero ninguna de las dos tuvo que perder los estribos a ese nivel, ya que una manada de Velocirraptors se encargó de destruir los espejos mientras avanzaban. Como eso frustró los planes de Laisha, ella enfureció y contraatacó.

— ¡Por el poder estelar, del Cristal Lunar de la Anguila Eléctrica! ¡Transformación!

Karla salió de entre los escombros del laberinto y comenzó a volar. Estuvo a punto de chocar con un pterodáctilo, que planeaba peligrosamente evitando los ataques de Time Eight.

— ¿Qué le pasa a tu amiga? —le preguntó el Monstruo. —Creí que querían salir de allí.

—Yo quería salir de allí —Explicó Karla. —Ella quería probar algo y ustedes la interrumpieron. Aún así, permíteme agradecerte como es debido. ¡Por el poder estelar, del cristal Lunar de la Morena de Mar! ¡Transformación!

Y Time Nine comenzó ahora una nueva pelea en el aire, acompañando a su gran amiga. Desde el cielo pudo distinguir tres grandes bolas de poder que se abrían camino entre los monstruos: Una color naranja, una color azul agua, y otra color rosa brillante. Sailor Uranus, Neptune, Plut y Saturn por fin habían llegado al parque de diversiones y se unían a la pelea. Pronto el cielo se llenó de colores brillantes y plateados que se transformaron en rosas y verdes, y se les unieron los coloridos poderes de las Sailors. Al parecer, en una improvisada sincronía, tanto Star Warriors como Sailor Scouts se dirigían a las cumbres más altas del parque para tener una mejor perspectiva: La montaña Rusa y la Rueda de la Fortuna.

Un par de minutos antes, cuando Linda se transformó en Chivy Time One y Richie en Chivy Time Ten, Luis tuvo un nuevo sobresalto, pues se dio cuenta de todo lo que estaba pasando. Ahora tenía un grave conflicto, pues la pelea ya había comenzado y él aún se encontraba en compañía de Serena, Darien y Rinny. Claro que ellos tres estaban tan conflictuados como Luis y Eni por no poder transformarse unos frente a otros.

Ya habían llegado hasta el local de sodas varios velocirraptors, monstruos de guila, estegosaurios, tricératops, y una veintena más que eran difíciles de distinguir. La gente, horrorizada, permanecía paralizada ante la presencia de los monstruos. Solamente se movieron Eni y Luis; Eni colocándose a un lado, y ligeramente atrás de Luis, y él haciéndoles señas a Serena, Rinny y Darien para que se cubrieran tras ellos. Luego, Luis comenzó a mover los brazos, como si le hiciera señales a un avión para que aterrizara. Cuando Serena lo notó, Luis había formado una bola de energía, poco más grande que un balón de Básquetbol y que destellaba en varias tonalidades de azul.

— ¡Bomba Espíritu! —gritó Luis lanzando la bola de energía contra el primer monstruo que se atravesó en su camino, lo que provocó una explosión que hizo alejarse a varios monstruos.

Serena y Darien reconocieron inmediatamente esa técnica, pues ya antes la había usado Time One. Eni y Luis colocaron, cada quien, su puño derecho frente a su hombro izquierdo, y lo deslizaron con fuerza hacia el lado derecho de sus caderas con la palma extendida. Allí, en la mano de cada quién apareció una maravillosa daga de Cristal con empuñadura plateada.

— ¿Te he dicho ya que te amo? —preguntó Luis como si se encontrara a la mitad de una película romántica en el autocinema.

—Creo que si no lo hubieras hecho ya me hubiera vuelto loquita. —Respondió Eni entrecerrando los ojos y dibujando una sonrisa de oreja a oreja con sus hermosos labios.

— ¡Huy, no! Se oye terrible. ¡No nos arriesguemos! —Se apresuró a replicar Luis fingiendo alarma. — ¡Te amo, Eni! —Y como si nada hubiera interrumpido el paseo por el parque de diversiones, y en lugar de dagas estuvieran sosteniendo ramos de flores, ambos se fundieron en un profundo beso.

Al parecer los monstruos se sintieron ofendidos por esa actitud, porque empezaron a rugir escandalosamente.

— ¿Ya viste por dónde es la ruta de escape? —Preguntó Luis, ya en sintonía con la situación.

Cuando Eni asintió las filosas hojas de cristal, de las dagas que ambos enamorados llevaban, comenzaron a crecer hasta transformarse en zendas espadas de Cristal. Con un movimiento de la cabeza, Serena, Darien y Rinny entendieron que Luis les indicaba que lo siguieran. En ese instante, Eni y Luis corrieron velozmente entre los monstruos, cortando las cabezas de cuanto monstruo se atravesaba en su camino. Serena no dejó de notar que cada que mataban a un monstruo, éste se desintegraba en miles de puntitos de luz azulada que volaban veloces hacia las pulseras negras que llevaban Eni y Luis.

— ¡Oye, Luis! —Le llamó Serena entre jadeos por correr tan aprisa. — ¿Esos puntitos de luz no son…? —La preocupación de Serena y la agitación le impedían completar su pregunta. Pero Luis captó el mensaje.

—Sí, es poder Evolution. Pero no tienes que preocuparte. Estas pulseras evitan que nos afecten como me ocurrió la semana pasada.

Siguieron corriendo hasta que llegaron al anfiteatro, por la parte de atrás. Se encontraron con el obstáculo de una puerta de enrejado metálico. Sin dudarlo, Luis hizo una pequeña bola de energía y destruyó el candado, permitiéndoles pasar por detrás del edificio. Llegaron hasta una puerta con el letrero de “Solo personal autorizado”. Luis hizo nuevamente una bola de energía, y le apuntó a la cerradura de la puerta. Pero lo pensó bien y desistió de su intento. De todas formas, no había ni monstruos ni personas en ese callejón.

—Tania. —Luis habló, aunque Serena no entendió con quién, ya que allí no había nadie a quién ella conociera con el nombre de Tania. El segundo nombre de Eni era Tzitziqui. —No quiero destruir esta puerta, quiero que siga funcionando. ¿Puedes ayudarme?

Accediendo al código de Seguridad —Se escuchó una voz femenina computarizada que provenía del bolsillo de la chaqueta de Luis. —Código desbloqueado. La puerta se ha abierto.

Y efectivamente, la cerradura electrónica de la puerta se abrió al instante y todos entraron rápidamente.

—Aquí estarán seguros, —anunció Eni, —nosotros iremos a pedir ayuda. —Y sin darles oportunidad a reaccionar, ella y Luis salieron rápidamente de aquel cuarto, dejando encerrados a Serena, Rinny y Darien.

—Tania, bloquea la puerta durante un minuto, luego vuélvela a abrir. —Ordenó Luis, y esperó a escuchar el seguro de la puerta activándose.

Ambas Estrellas de Fuego saltaron sobre el edificio del Anfiteatro, y ya en lo alto ambos repitieron el movimiento con el que habían hecho aparecer las dagas que se transformaron en espadas, pero en esta ocasión aparecieron dos empuñaduras plateadas coronadas por dos grandes esferas de Cristal transparente en cuyos centros había unas figuras de cristal de colores. En la de Eni se veía una cobra encantada y en la de Luis, un Dragón enroscado en su cuerpo, el Dragón de la fuerza de Time One. Eni se adelantó a su novio.

— ¡Por el poder estelar, del Cristal Lunar de la Cobra! ¡Transformación!

— ¡Por el poder estelar, del Cristal Lunar del Dragón! ¡Transformación!

Una vez listos, Time Four y Time One volaron para unirse a la batalla.

Serena, encerrada en los vestidores del anfiteatro, forcejeaba inútilmente contra la puerta para poder salir. Pero la mano de Darien sobre su hombro la tranquilizó.

—No debes esforzarte así, Serena. Escuchaste a Luis decirle a esa “Tania” que bloqueara la puerta durante un minuto. Yo creo que deberíamos aprovechar para transformarnos. Así cuando salgamos de aquí estaremos listos para unirnos a la lucha que se libra allá afuera.

Serena y Rinny se vieron a los ojos y asintieron.

—Eternal Sailor Moon… ¡Transformación! —El conjuro de transformación de Sailor Moon y Sailor Chivy Moon volvía a ser el mismo.

Al instante en que terminaron de transformarse, la puerta hizo un Click y se abrió. Entonces rápidamente, con Tuxido Mask por delante, Sailor Moon y Sailor Chivy Moon corrieron para encontrarse con el resto de las Sailor Scouts. El espectáculo de luces en el cielo era fantástico. Era fácil distinguir los colores fucsia y esmeralda de los Star Warriors volando en el cielo, y los resplandecientes colores del arcoíris de las Sailor Scouts. Todos y todas corrían y volaban en la misma dirección: la cumbre más alta de la montaña rusa y la cima de la rueda de la fortuna.

En poco tiempo, la rueda de la fortuna se vio adornada por hermosos colores resplandecientes, y la montaña rusa se pintó de rosa y verde. Finalmente, 15 Sailor Scouts y Tuxido Mask estaban frente a los 16 Star Warriors. 32 guerreros estelares frente a frente contra una horda de reptiles monstruosos que destrozaban todo lo que encontraban.

 

 

Continuará…

 

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En el Siguiente sub-capítulo:

Ya que están reunidos todos los guerreros, es tiempo de comenzar de verdad esta pelea. Ya hay un acuerdo, ya hay un plan, ya hay un objetivo. ¡Hay que llegar hasta Crocos, el Rey Lagarto, y vencer a sus principales secuaces, Los hermanos Rex! La parte difícil no solo será llegar hasta ellos

 

SM&SW-6.10: Abriéndose Paso

 

Que nadie se mueva… dicen que si no te mueves, los tiranosaurios no te pueden ver…


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